Las molduras interiores son todas aquellas partes del vehículo que son más decorativas que funcionales. Su propósito principal es crear un ambiente cómodo y cálido en el interior. Algunos ejemplos de molduras incluyen un volante de cuero, el revestimiento de las puertas, las decoraciones del techo, la tapicería de los asientos o el espejo retrovisor de la visera.
El denominador común de todos estos tipos de molduras es su motivación estética. Cumplen una función práctica, como aislar el coche para retener el calor, evitar quemarse las manos al volante por el sol o evitar que el techo del vehículo sufra daños por agua. Sin embargo, la mayoría las considera un elemento más decorativo que le da un toque llamativo y moderno al interior.